Nathan Wachtel narra en esta obra, con cariño y buen humor, su reencuentro con los indígenas que viven no lejos de las cimas nevadas de la cordillera de los Andes, en Bolivia. Casi veinte años después de su primera estadía entre los indios chipayas descubre que muchas cosas ya no son las mismas en el pueblo: la intrusión de la modernidad ha ido deshaciendo poco a poco los cultos paganos y transformando la religión de los antepasados. Atrapado en el engranaje de los conflictos actuales, el etnólogo se enfrenta, en compañía de los chipayas, a un universo de dioses y de vampiros en que se funden la búsqueda mesiánica de las sectas cristianas, los dramas individuales y la intriga policíaca. Este 'relato de viaje' también nos permite comprender mejor la parte de subjetividad que anima toda investigación de campo, pues, por su sola presencia, el etnólogo modifica el juego de los equilibrios o desequilibrios del cuerpo social en el que se inserta. Cualquiera que sea su comportamiento, no domina las interpretaciones a las que da lugar: quisiera ser simple observador, mas corre el riesgo de convertirse en objeto manipulado. Es imposible abstraerse para ser sólo mirada exterior. En sus aventuras en los confines de un mundo en vías de desaparición, el autor no oculta su nostalgia, evoca sus 'tristes trópicos' y se interroga sobre el sentido de su oficio de etnólogo.
Colección: Cuadernos de la gaceta
Formato: 13,5 x 21 cm., 131 pp.
Primera edición: 1997
Última edición: 1997