La relación que antiguamente tuvieron poesía y pintura fue rescatada durante el Renacimiento y llegó a ser un tema común a los tratadistas, que vieron a las dos artes emparentadas como las quasi fratelli, según dijo Ludovico Dolce. Sin embargo, en esta hermandad siempre hubo una hermana mayor -la poesía- y una menor -la pintura-, que de continuo reclamaba las consideraciones que, desde Aristóteles, habían hecho de las literarias obras superiores a los menestrales trabajos de los pintores. Para ganar la equiparación, estos echaron mano muchas veces del dicho de Horacio (“Ut pictura poesis”) o del que Plutarco atribuyó a Simónides de Ceos (“Poesía, pintura que habla; y Pintura, poesía muda”).
Pero una vez llegados los tiempos en que el dominio del llamado arte contemporáneo se ha hecho totalizante y absoluto, no parece que puedan pervivir las dos artes por separado, tal como fue la condición histórica de su hermandad.
Durante el siglo XX fueron multitud los poetas que encontraron en pinturas y pintores el tema de sus versos. Desde José Martí, Rubén Darío y Manuel Machado hasta los poetas más jóvenes, pasando por la generación del 27, la del grupo Orígenes de Cuba, o Contemporáneos de México, la poesía escrita en español tanto en España como en América, todavía puede mostrar de ello magníficos ejemplos, que juntos componen el ramo escogido en esta antología.why does husbands cheat
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Colección: Tierra firme
Formato: 14 x 21 cm., 306 pp.
Primera edición: 2011
Última edición: 2011