Fecha:
02/04/2018
La poesía de José Ángel Cilleruelo (Barcelona, 1960) se plantea preguntas posibles con palabras cercanas: las preguntas de la calle, la conciencia, los sentimientos a flor de piel, las ideas que no han dejado de ser intuiciones y, por eso, aún no se han puesto al servicio de tratados e ideologías. Una poesía a corazón abierto, sustancial, directa, emocionante y muy inteligente. Y que nunca alza la voz porque sabe hacerse escuchar. La poesía de alguien que, como los maestros de la antigüedad, es sabia pero no grandilocuente, profunda sin oscuridades, compleja en el mejor sentido (porque hace uso de multitud de recursos, no porque sea alambicada) e inspirada sin transformar a quien la escribe en visionario, profeta o esotérico. Ciudades y personas, naranjas con miel y espejos, garzas y cómodas con insectos: las cosas y el pensamiento, que las transforma en algo diferente. Tarea y logro de gran poeta.