Fecha:
28/02/2017
A lo largo de estos años apenas he empleado este blog para anunciar mis propias publicaciones. Pero ahora voy a hacer una excepción con el objeto de presentar mi libro El azar de las fronteras, que, aunque publicado en México a finales del año pasado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), no ha empezado a distribuirse en las librerías españolas hasta este mismo mes. Hago esta excepción por dos motivos vinculados entre sí: en primer lugar, porque su contenido entronca directamente con los temas de este blog; y, en segundo lugar, porque en él desarrollo y sistematizo mis investigaciones del último decenio y el contenido de muchos de los posts que han ido apareciendo en este blog.
Con este libro pretendo cuestionar algo tan azaroso como decisivo en la vida de las personas, como es la fortuna o la desgracia de haber nacido en un determinado país. Todos sabemos que en la práctica no da lo mismo ser natural de un país que de otro. Las fronteras estatales, se convierten en demasiadas ocasiones en el hito decisivo que determina la configuración de toda una biografía. Es más, los derechos, las oportunidades y, muy particularmente, la capacidad de movimiento que puedan disfrutar las personas a lo largo de la vida vienen determinados en la práctica por el nacimiento a un lado u otro de una frontera.
Los miembros de la especie humana siempre se han desplazado a nuevos lugares con el fin de mejorar sus condiciones de vida y desafiar así un azar no siempre propicio. Hoy, sin embargo, son muchos los que se empeñan en ver las migraciones como un problema. De hecho, quienes hoy pretenden emigrar se encuentran con obstáculos cada vez mayores. Las restricciones a la libertad de movimiento se han convertido en norma general. Por todas partes se levantan vallas y alambradas. Se multiplican las patrullas fronterizas por tierra, mar y aire. Son pocos los países, al menos entre los más desarrollados, que se sustraen a esta tendencia y estas medidas consiguen que los movimientos masivos de personas que huyen de la miseria o de conflictos bélicos acaben siendo percibidos como una amenaza, cuando no como una “invasión”. Este enfoque produce daños enormes para todos, en recursos y, sobre todo, en vidas.
Las trabas a la movilidad humana y al derecho a migrar se suelen justificar con razones varias, entre las que frecuentemente desempeña un papel crucial la diversa adscripción nacional que conste en ciertos documentos oficiales que toda persona debe llevar consigo a la hora de viajar por el mundo. Sin su tenencia son muchos los individuos que no reciben el trato que todo ser humano merece. La carencia de un simple visado o de un permiso puede ser el desencadenante de horripilantes experiencias no sólo de exclusión jurídica, sino de segregación social y explotación laboral.
Enfocar los actuales procesos migratorios, tan diversos en su génesis y tan complejos en su desarrollo, desde la exclusiva perspectiva de los Estados nacionales, obsesionados con conservar su soberanía, nos conduce hacia un callejón sin salida, como la experiencia nos está demostrando. Y dado que aún seguimos atrapados en la lógica nacional, arguyo que para poder intervenir con un mínimo de equidad y eficacia en los procesos migratorios es urgente adoptar una compresión radicalmente distinta, una comprensión que parta de una perspectiva trasnacional, incluso planetaria, que interiorice el punto de vista de la justicia.
Vincular la política migratoria con el valor de la justicia conforma, en última instancia, la médula de este libro, al igual que la convicción de que este ideal ha de inspirar y vertebrar las políticas que se propongan como alternativas al patrón actualmente vigente. Si de lo que se trata es presentar propuestas para una compresión más integral del fenómeno migratorio, resulta crucial ir más allá de los límites del Estado nacional y situarse en la esfera supranacional, un espacio de interacción que por fin ha de dejar de ser pensado al margen de las consideraciones de la justicia.
Referencia completa:
Juan Carlos Velasco: El azar de las fronteras. Políticas migratorias, justicia y ciudadanía. Fondo de Cultura Económica, México, 2016, 372 págs.
Fuente: http://www.madrimasd.org/blogs/migraciones/2017/02/28/132593#more-132593