La altura de la montaña más alta del mundo, el monte Everest, no es mayor que la parte más profunda de los océanos, la fosa de las Marianas, y entre estos dos extremos de la superficie terrestre se extiende una distancia de más de veinte kilómetros y una diversidad de accidentes geográficos: el movimiento de las placas tectónicas, pero también la acción de volcanes, de ríos, del viento y del hombre mismo, son los que dan forma al siempre cambiante relieve de la Tierra.
Colección: La ciencia para todos
Formato: 13,5 x 21 cm., 150 pp.
Primera edición: 1988
Última edición: 2002