Para Almendra, el baño era el mejor momento del día. Pero todo cambió cuando tuvo que compartir la bañera con Tomás, su hermano, que se metía en el agua con todos sus juguetes, se bebía el champú y, además, se negaba a salir primero. Hasta que a Almendra se le ocurre una extraordinaria idea para expulsarlo de la tina. Al llevarla a la práctica, no solo se descubre como una extraordinaria cuentacuentos, también aprende que los cuentos tienen imprevisibles consecuencias en la realidad.
"Todo cambió en la vida de Almendra cuando Tomás cumplió dos años. Hasta entonces, la presencia de él no le había causado ningún problema.
Pero un mal día, mientras Almendra reposaba muy a gusto en la tina, mamá entró en el baño cargando a un hermanito rollizo y sin ropa y, sin más explicaciones, plantó a Tomás entre la espuma del baño.
Cuida bien que no meta la cabeza en el agua. Y no dejes que coma jabón... Tengo que preparar la cena... Regreso en diez minutos.
Almendra se quedó con la boca abierta. Para ella, el baño era el mejor momento del día. A veces, pasaba más de una hora en la tina, y sólo dejaba el agua cuando los dedos de las manos y los pies le quedaban arrugados como uvas pasas. Pero ahora estaba en el rincón de la bañera, obligada a cuidar a su hermanito."wives who cheat on husbands
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Colección: A la orilla del viento (infantiles)
Formato: 14,5 x 19 cm., 38 pp.
Primera edición: 1998
Última edición: 1998