La mayoría de los lectores cree que una mañana, mientras Marcel Proust remojaba una madeleine en su té de limón, recordó súbitamente toda su infancia. Tras aquella experiencia –según la idea común– Proust pasó muchos años aislado en una habitación, vaciando sus recuerdos en una novela de tres mil páginas. En esta obra, Derwent May afirma que tal impresión es esencialmente errónea. En primer lugar porque confunde a Marcel, el narrador, con Proust, el escritor. Y, en segundo, porque reduce una de las más grandes hazañas literarias a los simples recuerdos de un solitario sensible. A través de un riguroso examen sobre Proust y su novela, y sobre Marcel y sus ideas, May demuestra que, más que un relato autobiográfico, En busca del tiempo perdido es una odisea compleja: un mundo creado y no únicamente un mundo recordado, y, al mismo tiempo, un agudo estudio de la sociedad francesa. Ya desde joven, el gran novelista había sido un buscador y no alguien que viviera sólo de recuerdos; en palabras de Walter Benjamin, a Proust “lo inspiraba una frenética búsqueda de la felicidad”.
Derwent May se propone, a lo largo de Proust, deshacer la confusión que, al confundir en un solo sujeto al narrador y al autor, a Marcel y a Proust, oscurece el acercamiento a una de las más grandes obras literarias de nuestro tiempo. Los temas de este libro –“Proust y su novela”, “Sociedad y esnobismo”, “Las penas de amor”, “Marcel y sus ideas”, “El arte de Marcel y el arte de Proust”– delinean el itinerario que May realiza en su intento de separar a Proust de Marcel.cheat wife
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Colección: Breviarios
Formato: 11 x 17 cm., 136 pp.
Primera edición: 1987
Última edición: 1987