Mucho se sabe de las estancias de Octavio Paz en Estados Unidos, Francia o la India; pero hay pocas noticias de los viajes que hizo –en persona o con su imaginación de lector– a Japón, esa lejana isla asiática que atrajo al escritor mexicano por la viveza y los rasgos tradicionales de su literatura. Para trazar las huellas que este país dejó en el universo paciano, Aurelio Asiain recopila las traducciones que el ganador del premio Nobel realizó de poetas nipones como Matsuo Bashō, los intercambios epistolares que sostuvo desde ese horizonte asiático con amigos como Alfonso Reyes y Pere Gimferrer y, finalmente, testimonios de japonólogos que conocieron y admiraron a Paz, algunos de los cuales estudiaron tanto su trabajo de traducción como las formas de la lírica japonesa que incorporó en su propia poética.
Colección: Vida y pensamiento de México
Formato: 14 x 21 cm., 346 pp.
Primera edición: 2014
Última edición: