En las últimas décadas del siglo XVIII destacados naturalistas y artistas plásticos se embarcaron en una serie de viajes en los que lidiaron con extrañas enfermedades y resistieron al asedio de los insectos y la fauna del Continente Americano. Estas travesías buscaban inventariar la flora de las colonias españolas, estimar su potencial económico y reunir especímenes para el Real Jardín Botánico y el Real Gabinete de Historia Natural de Madrid. 
Uno de los resultados de estas fructíferas expediciones fue un acervo de aproximadamente doce mil representaciones gráficas de plantas procedentes de los dominios ultramarinos del Imperio español, lo que, a decir de Daniela Bleichmar, revela un proceso de reconquista botánica de los reinos. Mediante el análisis pormenorizado de ese archivo iconográfico y del contexto que lo hizo posible, esta obra muestra con erudición y amenidad que la empresa epistémica que emprendió la Corona española y los documentos visuales que generó funcionaron como un instrumento clave para la producción de conocimiento y como un medio fundamental que permitió la revaloración de la riqueza de los dominios españoles, auténticos paraísos botánicos