México cuenta con un número considerable de grupos étnicos que dan a la cultura nacional su sello y sabor genuinos. Con la Conquista, la población negra llegó al país como un grupo minoritario de esclavos; su número creció cuando el Imperio español estructuró una sociedad dividida en castas; decreció cuando se hizo incosteable la mano esclavista y, finalmente, desapareció, por mestizaje, al correr de la época independiente. La ausencia de un grupo diferenciado de afrodescendientes aunado al interés predominante por la indígena explica la tardanza con que el investigador mexicano llegó al campo apasionante de los estudios afroamericanistas. Este libro examina una pequeña sociedad, asentada en la costa de Guerrero, que hasta finales de los años cincuenta había mantenido escaso contacto con el resto del país debido a la falta de vías y de medios de comunicación. Gracias a ello, la mayor parte de sus costumbres y tradiciones se mantuvieron virtualmente puras, tal como eran hace más de trescientos años.
Colección: Antropología
Formato: 14 x 21 cm cm., 242 pp.
Primera edición: 2016
Última edición: