Las obras filosóficas de la Ilustración participan de un rasgo común -aparte de estar fundamentadas en el empirismo y el racionalismo de la época- que destaca en sus disquisiciones: valorar el progreso del espíritu humano entendido éste como la suma de las facultades racionales puestas en acción para dominar a la naturaleza en el devenir histórico.
En los escritos de Turgot está explícita esta confianza en el avance ininterrumpido de las obras del hombre.
Más que un sistema filosófico formal, lo que caracteriza el pensamiento de Turgot es su capacidad de enfrentar el estudio de la historia en sus múltiples relaciones como un todo cuyo centro, o línea fundamental de conducción, es la similitud de cualidades permanentes, positivas y negativas, que el hombre universal ha encarado en el tiempo y el espacio y su particular disposición para aceptarlas.
La diferencia esencial que hace avanzar las obras del hombre está en su capacidad de elaborar en cada época mejores herramientas, más eficaces y sutiles, ya que el conocimiento sucesivo lo dota de mayor experiencia tanto conceptual como material, que se transforma en bienes positivos.
Al igual que muchos de sus contemporáneos ilustres, Turgot tuvo una participación muy activa en la vida cultural y política de su época y, como en Rousseau, Voltaire, D'Alembert o Condorcet, también alentaron en él los principios de libertad, felicidad e igualdad como presupuestos de una sociedad ideal.i dreamed my wife cheated on me
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Colección: Economía
Formato: 13,5 x 21 cm., 248 pp.
Primera edición: 1998
Última edición: 1998