Desde la Reforma hasta el estallido de la Revolución francesa, los cambios radicales que afectaron la vida económica de Europa dieron como resultado tendencias opuestas a las imperantes en los tiempos del feudalismo. A partir del siglo XVI, los conceptos e instituciones que hasta entonces parecían inmutables comenzaron a evolucionar vertiginosamente: la ciencia ganó más terreno sobre la religión, la idea de progreso se impuso a la creencia en el pecado original y el individualismo alcanzó su máxima expresión. Todos factores decisivos que impulsaron el liberalismo como la doctrina por excelencia de la civilización occidental.
Colección: Breviarios
Formato: 11 x 17 cm., 251 pp.
Primera edición: 1939
Última edición: 1939