Fecha:
21/12/2014
Con doce títulos apenas afirma su entidad, en los dominios de la narrativa hispanoamericana, la “serie del recienvenido” que, bajo el sello del FCE de México, dirige el gran novelista argentino Ricardo Piglia. En dicha serie ocupa ya un puesto singular el conjunto de narraciones (cerrado en un relato largo) que, con el título de Gente que baila, representan el único logro literario que dio a luz el sin embargo prolífico periodista argentino Norberto Soares, de quien nos orienta, en lo personal y en lo narrativo, un escueto y certero prólogo del maestro Piglia, quien recuerda cómo Soares “ayudó a muchos escritores” coetáneos, aconsejó a muchos más, fue pródigo discutidor literario, anunció títulos que se quedaron en el anuncio y, tan original como maduro, publicó solo un impactante haz de historias en las que son los protagonistas los puntos cardinales y donde las extensas temporalidades llegan a través de numerosas elipsis y lo narrado se fragmenta selectivamente (escenas, anécdotas) en función de su intensidad.
No debe ser casual la elección por Piglia de este Soares, pues en la narrativa de ambos hay similitudes y convergencias. Como las hay con los integrantes de la generación de los sesenta (Dal Masetto, Soriano, Gusmán, Lamborghini), fruto de las raíces comunes que parten, en técnica y personajes, de W. Faulkner y que nos acercan al gran Juan C. Onetti. Como en sus compañeros de viaje generacional, hay en Soares no poca huella de lo argentino esencial: el Buenos Aires barrial y genéricamente cosmopolita, la rotunda y lacónica expresividad, la crónica negra de mafias del crimen, el desborde de las pasiones.
Los protagonistas tienen un aura de enigma, una leyenda de mal y degradación, una condición de seres duros, solitarios, resistentes. Eso, los masculinos. Los femenino son huidizos, victimarios o víctimas. De por medio, entre las revueltas del tiempo, los insólitos reencuentros, la locura y las pasiones irrefrenables, late un reducto dañado de romanticismo, de aceptación de un aciago destino de fracaso y desamor.
La sensación general que producen estos siete textos es la de una labor sintética, reductora del escritor en mundos de ficción muy extensos, pero con amplias zonas latentes, tácitas. Por el contrario, se impulsa el relieve de los momentos seleccionados. La narración disloca y fragmenta la historia expresivamente potenciada en una sintaxis por momentos de cortantes filos, de rápida andadura, de alta temperatura interior.
Referencias al peronismo, acercamiento a la narrativa de crimen y misterio, verbalismo virulento, algún juego erótico, dislocación de planos espacio-temporales y finales a veces abierto, cegados en la incertidumbre son algunas claves de estos relatos de armazón estructural perfilado con inteligencia y eficacia. E incluso algún retazo de lirismo en “Eva Fischer se dirige hacia la felicidad”, de lo más cuajado de este espléndido libro. Su autor: Norberto Soares, no lo olviden. Dos y tres y más veces bueno en su brillante brevedad.
free spyware apps for cell phones
spy for phone spyware for android
prescription drugs coupon
read cialis coupon free
discount card prescription
go cialis manufacturer coupon
naltrexone efficacy
site naltrexone half life