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Cómo ser editor y no fallecer en el intento

Fecha:
01/09/2017

Un manual de iniciación a modo de espejo y vademécum para nuevos editores en busca de lectores al margen de los grandes grupos comerciales.

Editores de Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Colombia y México de 26 editoriales de menos de 15 años de trayectoria. Hernán López Winne y Víctor Malumián son los responsables del sello Ediciones Godot y los artífices del libro Independientes ¿de qué? (FCE), que no solo recapacita sobre cómo son los primeros pasos de una editorial, sino que muestra la situación actual de los editores mediante experiencias afines, radiografiando sus problemas (el alérgico ebook incluido) y proponiendo soluciones. 

Tomás Granados Salinas explica en el prólogo que, en América Latina, se vive un boom editorial y que este libro no da las claves para el éxito. A partir de un mismo cuestionario, los autores enhebran las respuestas hasta engarzar las páginas de este libro, aderezado con citas de Calasso y Herralde, entre otros, estructurado por temas y con ánimo de «autorretrato gremial», de «recolección de experiencias», en lo que es un volumen muy útil, clarificador y ordenado «sin recetas únicas» (por la variedad de voces compiladas), pero con «miradas atentas» válidas, de lectura amena que no da puntada alguna sin hilo. 

Lo primero que hacen los autores es definir el concepto de editor y de independiente. Editar contra la corriente con coherencia y alejado de las modas, no olvidar la rentabilidad económica, no tener miedo a rechazar propuestas editoriales, concebir el catálogo como un ecosistema que se retroalimenta y como la mirada al mundo del editor, y construir el primer plan editorial a tres años vista son algunas de las nociones desarrolladas en el libro, siguiendo la voz de la experiencia de los editores convocados.

Coherencia
Una de las pautas recomendadas es la búsqueda de la calidad para lograr unas ventas constantes y no unas ventas rápidas, que sitúan a los libros no vendidos en la mesa de saldos cuando se agota el impacto de la novedad. Ello conlleva crear un catálogo coherente que logre que el lector identifique el sello y confíe en él. De igual modo, se resalta la importancia de acudir a las ferias internacionales no solo por razones de venta, sino también de difusión y de generación de relaciones comerciales, y se lamenta que muchas ferias regionales sean poco más que vende-biblias. De entre las mejores ferias latinoamericanas, los autores mencionan la Feria de Editores (FED) argentina, La Furia del Libro chilena y la FIL de Santiago de Chile. 

La ecuación «más notas en los medios = más ventas» no siempre se cumple, como tampoco siempre se puede hacer coincidir la publicación de las notas en la prensa con la presencia del volumen en las librerías. En cuanto a las presentaciones de libros, se concluye con razón que son más un gesto de cara al autor del libro y sus incondicionales, que un impulso para las ventas, aunque suelen plantearse como eventos temáticos no revestidos de halo académico. Las redes sociales son básicas para la difusión y, para ello, hay que lograr que tengan actividad y atractivo para el internauta que no sea lector habitual; además, han provocado que el editor prefiera destinar más dinero a producción que a difusión, puesto que se suprimen las pautas publicitarias tipo booktrailers

Los editores preguntados coinciden en que si bien publicar libros es una tarea grata realizada con entusiasmo, la parte comercial, la de los números, es igual de ardua que necesario el reparto de tareas entre los socios en el seno editorial. También coinciden en el problema endémico del sector, la distribución, y no solo en cuanto a los pedidos de reposiciones, sino también a la presencia de las novedades en las librerías y al control de los ejemplares en circulación. Un problema permanente en Ecuador, por ahora sin solución.

«La falta de espacio físico por los crecientes costos de almacenaje y disponibilidad de los libros es una de las razones por las cuales Amazon.com juega un papel tan importante.»

«Una buena solución para enfrentar el mayor problema que han tenido muchas editoriales antes de afianzarse en el mercado es alcanzar un ritmo homogéneo y estable de publicaciones.»

«El mercado chileno está muy atomizado en Santiago de Chile y algunas pocas librerías dispersas por fuera de Valparaíso. Ante esta situación, con 300 ejemplares se puede hacer una cobertura decente y entender en tres o cuatro meses cómo evoluciona la venta.»

«En cada libro que se publica hay una apuesta, que ante los lectores se refuerza o se debilita.»

http://campañadelectura.com/revistaRocinante/ediciones/rocinante_107/files/assets/common/downloads/publication.pdf


Acerca del autor:
Carlos Ferrer
Revista Rocinante

Acerca del libro:
Independientes, ¿de qué?
Hernán López Winne y Víctor Malumián