Fecha:
29/05/2018
Carlos Prieto es un violoncelista internacionalmente reconocido que ha recorrido medio mundo con su violoncelo, su piati. Ha recuperado un enorme acervo musical de su amado país y ha estrenado muchísimas obras de compositores mexicanos. Es además un gran escritor. Ha publicado diez libros y no todos ellos relacionados con la música.
Ha tenido una relación privilegiada con Rusia, desde 1962 como estudiante, hasta el año 2005: ha vivido la transformación de la Unión Soviética hasta la Rusia actual. Su admiración por Shostakóvich, de quien ha escrito una biografía publicada en Fondo de Cultura Económica, le ha llevado a conocer muy de cerca la evolución de un país de una gran complejidad política e ideológica.
Del mismo modo, Prieto, que ha viajado por la República Popular China (1979-2011) realizando varias giras, habla de la evolución impresionante de la China milenaria, de sus lugares sagrados y de su idioma.
La historia del violonchelo, traducido a diversos idiomas, entre ellos el ruso, es otro de sus libros, tan interesantes como apasionantes, sobre todo por el amor que Prieto siente hacia la música y hacia su propio instrumento. En esta novela de intriga, el autor intenta descubrir la historia de su propio violonchelo, el famoso piati, un auténtico Stradivarius que, al igual que su propietario actual, recorrió muchos lugares trasmitiendo sonidos, música.
Pero su relato principal, el trasfondo de su mensaje y de su forma de ser, es, sin duda, revelar por todos los rincones del mundo la historia de la música en México.
Sus notas autobiográficas –así reza el subtítulo de este maravilloso libro–, que son una auténtica delicia porque nada tienen de altisonantes ni de vanidosas, revelan en su lenguaje fluido y nada pomposo, mejor que nada, el enorme talento y la sociabilidad del autor, del músico, del intérprete, del hombre. No en vano escribe Rafael Tovar y de Teresa en el prólogo que «Carlos Prieto es un músico por el que circulan múltiples intereses artísticos e intelectuales. Una mente activa que escapa a cualquier esfuerzo de delimitación», y que, continúa Tovar y de Teresa, «no ha cesado en su empeño por integrar plenamente el conocimiento musical como violonchelista, escritor, investigador y académico».
De pronto, el lector reconocerá sin ambigüedades que Carlos Prieto nos ofrece una visión respetuosa de los conflictos humanos –el siglo XX está lleno de ellos– a través de un fondo musical: la música para violonchelo. Son notables sus comentarios sobre Sudáfrica y Nelson Mandela por cortos y acertados.
A pesar de que la tercera parte del libro habla directamente de las «Reflexiones sobre músicos, escritores e instituciones» con los que se ha relacionado el polifacético autor, en honor a la verdad, el libro entero es una profunda reflexión sobre el carácter humano. Prieto nos muestra en su libro toda la belleza humana que ha descubierto a lo largo de sus múltiples giras por todo el mundo.
Fuente:
http://sonograma.org/suplement-de-llibres/carlos-prieto/