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De China a México: la mundialización de los mundos ibéricos

Fecha:
10/12/2019

El siglo XVI, defiende Gruzinski, es una etapa de mundialización, fenómeno definido como «la proliferación de todo tipo de lazos entre unas regiones del mundo que hasta entonces se ignoraban o se trataban desde muy lejos». Además, dice, el mundo actual es deudor en determinada forma de aquel proceso. Si bien no de forma teleológica, ambas etapas, la actual y la de la expansión de las monarquías ibéricas a través de los océanos, tienen conexiones. El águila y el dragón del título del libro hacen referencia, respectivamente, a la cultura china y la cultura mexica, dos espacios que el autor pretende poner a dialogar en el libro que aquí se reseña.

Una nueva distancia focal

La principal ambición del autor, como ha señalado en otras obras, es la de superar una visión eurocéntrica y nacional para descubrir nuevas perspectivas de estudio sobre la historia y obtener nuevas respuestas. Respecto al problema de las fuentes, tan acuciante para los historiadores, alerta del peligro de crear una historia unificada a partir de las diferentes fuentes disponibles, cada una de ellas realizadas desde una perspectiva diferente —los conquistadores ibéricos, los indígenas americanos, los chinos—, que, sometida a la preponderancia de las fuentes europeas, no sería una historia global sino un nuevo tipo de historia eurocéntrica; pero que también sería de nuevo una historia parcial si se toma como referencia principal todas aquellas fuentes que se pueden englobar bajo el título de «la visión de los vencidos», concepto acuñado por el brillante historiador mexicano Miguel León Portilla, recientemente fallecido. Así, poniendo en diálogo el espacio chino y el mexicano, sin necesidad de que Europa interceda como intermediario, pretende Gruzinski atenuar ese eurocentrismo y trabajar en favor de una historia verdaderamente global.

La mundialización ibérica, dice el autor, burla el tiempo y las distancias, siendo ejemplo de ello la situación de Hernán Cortés, Tomé Pires y Fernando de Magallanes. Señala especialmente los paralelismos entre los dos portugueses, encargados de dos grandiosos proyectos de los dos principales imperios, el portugués y el español, sendas misiones de «descubrimiento» desde y hacia lugares separados por miles de kilómetros, en Asia. Poco después de que Pires tomara contacto con la corte china en Pekín, al tiempo que Magallanes cae muerto en Filipinas, Cortés prepara el asedio a Tenochtitlan.

Por otro lado Gruzinski hace notar una concepción de estos acontecimientos que ha sido la que ha perdurado en la memoria colectiva pero que no se corresponde con la realidad histórica. Defiende el autor que los esfuerzos de las cortes castellana y portuguesa están centrados en Asia, en la fuente de las especias, mientras que la aventura de Cortés en México carece de patrocinio por parte del rey cuando Cortés zarpa desde Cuba hacia el continente. Esto no ha impedido que el fracaso de la embajada de Pires en China y el posterior éxito de Cortés en México hayan condenado casi al ostracismo a la primera misión mientras que la segunda se ha venido concibiendo como un evento programado por el ansia expansionista de los europeos en la Edad Moderna. Y es que, como señala Gruzinski,

"el historiador es un restaurador incansable que nunca olvida que el objeto que restaura —la Edad Media, el Renacimiento, el descubrimiento del Nuevo Mundo, etc.— no tiene nada de original, sino que es, e primer lugar y siempre, el fruto de construcciones anteriores, de arreglos hechos a posteriori, y que es necesario rehacer sin cesar."

La comparación de ambos procesos de expansión, el portugués en China y el castellano en Mesoamérica, produce, más allá de las especificidades de cada uno, una serie de similitudes que Gruzinski señala; no sólo similitudes entre los europeos, sino también entre mexicanos y chinos: la voluntad de los imperios indígenas de evitar la llegada de europeos a sus capitales, voluntad que finalmente se ve superada; o la imagen de dos hombres de poca monta —Cortés y Pires— que jamás habrían imaginado siquiera conversar con sus respectivos reyes pero que se hallaban ahora al otro lado del mundo compartiendo mesa, conversación e incluso juegos con Moctezuma, tlatoani de la Triple Alianza, y Zhengde, emperador de China. Ejemplos similares, en cuanto a similitudes pero también en cuanto a diferencias, se van sucediendo a lo largo de las páginas.

En un gran ejercicio de historia comparada llevado a cabo por el autor, son otros muchos los puntos de encuentro, así como de contraste, entre los dos escenarios. No sólo en la propia época, sino la memoria que queda de ambas experiencias en siglos posteriores. El porqué del hecho de que la campaña de Cortés sea mundialmente conocida mientras que la campaña de Tomé Pires apenas sea conocida por estudiosos de las primeras aventuras portuguesas en Asia es algo que Gruzinski se pregunta: ¿la historiografía sólo ha de abordar las campañas que para los europeos fueron exitosas?. Aparece de nuevo la crítica a la historia nacional como la única que termina por sobrevivir.

Ideas clave

En el postrer capítulo del libro, que Gruzinski dedica, asiéndose a los cánones, a las conclusiones finales de su estudio, se dicen cosas tan interesantes que le dan ganas a uno de reproducirlas literalmente, pero no haremos más que señalarlas. La apuesta del autor por una historia global y no eurocéntrica no tiene voluntad de colocarse en la posición de lo políticamente correcto, dice literalmente, sino que se toma como un instrumento para una mejor comprensión del pasado. Respecto a la mundialización del XVI, la resume diciendo que, si bien tras Copérnico la Tierra comienza a girar alrededor del sol, es tras Magallanes cuando el hombre europeo y su capital comienzan a girar en torno a la Tierra. Por otro lado, el fracaso de la expansión ibérica en China —tanto la misión portuguesa de Pires como los proyectos de conquista, nunca realizados, de los españoles desde Filipinas en la segunda mitad del siglo XVI— será el factor que establezca una frontera en el Pacífico, comenzando a articularse el concepto de Occidente que aúna la vieja Europa y el Nuevo Mundo.

Son muchas las ideas sugerentes que Gruzinski expone en su obra. Una obra extensa, meticulosa y que cumple con su pretensión de análisis comparado y de apuesta por la historia global. En una época en la que la historia —o la memoria— del imperio está tan en boga en España con el auge de los debates en torno a la leyenda negra —y la leyenda rosa—, resulta una lectura desengrasante respecto a la avalancha de publicaciones de los últimos meses, tanto en prensa como monografías, por la perspectiva que toma.

El autor

Serge Gruzinski es un historiador modernista francés que cuenta con una extensa carrera académica. Centra sus estudios en el entorno colonial de los imperios portugués e hispánico. Perteneciente a la llamada «cuarta generación» de la escuela de Annales, entre sus logros destaca la obtención del Gran Premio del Comité Internacional de Ciencias Históricas en 2015. Ha impartido clases en centros de prestigio como la Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales de París, la Universidad de Princeton (EEUU) o la Universidad de Belém do Pará (Brasil). Entre su producción historiográfica se pueden destacar las siguientes publicaciones:

¿Para qué sirve la historia? 
La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el México español, s. XVI-XVIII
El pensamiento mestizo. Cultura amerindia y civilización del Renacimiento
La guerra de las imágenes, de Cristóbal Colón a Blade Runner (1492-2019)
Las cuatro partes del mundo. Historia de una mundialización
¿Qué hora es allá? América y el Islam en los linderos de la modernidad


Serge Gruzinski
El águila y el dragón. Desmesura europea y mundialización en el siglo XVI
Fondo de Cultura Económica, 2018, 366 páginas

Fuente:
https://lahistoriaenloslibros.wordpress.com/2019/12/10/de-china-a-mexico-la-mundializacion-de-los-imperios-ibericos/


Acerca del autor:
Alejandro Curero
La Historia en los libros

Acerca del libro:
El águila y el dragón
Serge Gruzinski