Fecha:
24/02/2023
En el universo de Leonora Carrington el surrealismo surge de las entrañas. Su mundo está repleto de seres zoomorfos y mitológico, diosas y animales que permiten sumergirse en una psique tan frávil como lúcida e intrigante. Esos personajes en apariencia iurreales, como recién salidos de un sueño o de una pocíon alquímica, parecen agarrarse a uno sin remedio.
Carrington (Lancashire, Inglaterra, 1917 – Ciudad de México, 2011) fue una de las más notables artistas del siglo XX, una pintora impecable pero olvidada. Corregir esta desmemoria en España es lo que consigue la exposición que le dedica la Fundación MAPFRE con un total de 188 obras en las que se pueden reconocer influencias que van desde El Bosco hasta Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. Leonora Carrington. Revelación quiere devolverle un territorio en el que vivió una de las experiencias más desgarradoras de su vida y que marcó de manera definitiva su futura obra.
Carrington nace en el seno de una familia inglesa de clase alta y crece escuchando las historias populares celtas que le contaban tanto su madre como su cuidadora. Para la niña inquieta que era Leonora, a la que echaron de varios colegios por su irreverencia, aquello prendió la mecha de una imaginación inagotable.
Con un gran interés por el arte desde pequeña, con 15 años viaja a Florencia, donde conoce la pintura de los maestros italianos. La muestra de MAPFRE, organizada de manera cronológica, arranca precisamente con una serie de acuarelas tempranas en la que se ya advierte el universo que desarrollará después. «Su primera serie, Hermanas de la luna, tiene que ver con su visión feminista basada en el libro La diosa blanca en el que Robert Graves descubre el mundo matriarcal y ancestral en el que la mujer era maga y curandera», comenta Tere Arcq, comisaria de la muestra junto a Carlos Martín y Stefan van Raay.
A pesar de que su padre tenía otros planes para ella, Carrington consigue gracias a su testarudez que en 1936 le permitan estudiar arte en Londres. Tan solo un año después de su llegada a la ciudad, Carrington conoce a Max Ernst en una cena celebrada al calor de la Exposición Internacional de Surrealismo y enseguida siente una gran afinidad con los preceptos de los vanguardistas. Sin embargo, hay algo que la diferencia de los demás y es que mientras «los surrealistas jugaron con la idea de la locura, ella habitó la enfermedad mental pero también la lucidez», sostiene Carlos Martín.
El impacto de Max Ersnt.
Aquella cena marcó un punto de inflexión en su vida: inicia una relación con Ernst que su padre, por supuesto, desaprueba. Pero a Carrington poco le importa y decide romper lazos con su familia para trasladarse a París con él. No tarda en comprar una casa de campo en Saint-Martin-d'Ardeche, cuyas paredes, puertas y ventanas ambos pintan con figuras híbridas, autorreferenciales, y criaturas protectoras de las que la exposición se hace eco.
Pero llegada de la Segunda Guerra Mundial pone fin a su idílica y creativa vida: Max Ernst es arrestado por su origen alemán y, por tanto, como posible enemigo de Francia, mientras Carrington abandona el país con la esperanza de buscar una nueva vida en Estados Unidos.
En 1940 recala en Madrid y su vida se convierte en un calvario que transforma su obra. En la capital española, Carrington es violada por un grupo de requetés, una situación extrema que deriva en una crisis nerviosa tan aguda que es internada en un sanatorio de Santander, donde la trata el doctor Luis Morales con fármacos como cardiazol, capaz de generar ataques epilépticos y anular temporalmente la voluntad.
Sanar pintando.
Estas experiencias cercanas a la tortura, sin embargo, no frenan su creatividad y continúa pintando imágenes en las que se retrata a sí misma pero también a sus numerosos alter ego en forma de hienas, caballos y figuras medio humanas y medio animales, como se puede ver en el cuadro Down Below (Abajo). «Me di cuenta de lo necesario que era sacarme de dentro todos los personajes que habitaban en mí. Tenía que librarme de todo lo que la enfermedad me había traído, arrojar fuera estas personalidades, e iniciar así mi liberación», escribe en Memorias de abajo, un texto autobiográfico en el que cuenta de manera desgarradora su paso por Santander.
Un día, su padre recibe la sugerencia de que su hija sea trasladada a Sudáfrica, momento que ella aprovecha para huir a Nueva York con un matrimonio de conveniencia. Allí, a finales de 1941, se encuentra con los surrealistas, también con un Ernst que ha iniciado una nueva vida junto a la siempre excesiva Peggy Guggenheim. En esta época su pintura se vuelve tan sombría y autobiográfica que consigue transmitir el dolor que ha ido acumulando en su experiencia española. Resalta Carlos Martín que «no se puede desvincular a Carrington de temas como el desarraigo, la violencia sexual, la enfermedad mental, el exilio y la desmemoria». Todo se convierte en materia pictórica. En 1942, Carrington pone rumbo a México, donde rehace su vida junto a Emerico Chiki Weisz, hasta su muerte en 2011. Aunque siempre le habían interesado los saberes arcanos, el tarot, la cábala y la alquimia, en México descubre que todo ello le permite un nuevo acceso al inconsciente y a los enígmas del ser humano. Allí, definitivamente, se erige en la chamana del surrealismo.
Las tres magas
En su exilio mexicano, Leonora Carrington crea un grupo con la fotógrafa húngara Kati Homa y la pintora española Remedios Varo, la gran representante del surrealismo patrio, aunque también haya permanecido décadas en el olvido. Además de su profunda amistad, las tres comparten una fascinación por la alquimia, la brujería y lo oculto. En este periodo de los años 70, la pintura de Carrington se involucra en temas comprometidos políticamente y adopta posturas ecofeministas vinculadas de manera muy avanzada al bienestar animal.
Leonora Carrington. Cuentos completos. Traducción de Une Pérez Ruiz. Fondo de Cultura Económica. 173 páginas. 14€
Leonora Carrington. Revelación. FUNDACIÓN MAPFRE. Madrid. Hasta el 7 de mayo.
Fuente: https://www.elmundo.es/la-lectura/2023/02/24/63f4f872fdddff6ca28b45dc.html