Fecha:
14/06/2014
La novela Uvas de esperanza, de Sergio Allard, permite que La Rioja y Chile se den la mano a través del vino, ya que la familia protagonista es riojana, lo que entremezcla con el boom de la exportación de vino chileno y la "lucha" de dos bodegas por la conquista de los mercados internacionales.

Sergio Allard, para quien su vida en La Rioja fue "una constante y fecunda fuente de inspiración", según ha declarado a Efe, ha definido Uvas de esperanza como "una novela realista sin apellidos, una novela vinícola", de la que se siente un "precursor"; y una obra social y "abierta", que acoge a otros géneros, subgéneros y expresiones literarias.

Esta obra, que es la primera novela vinícola escrita en Chile, según su autor, tiene como hilos conductores, por una parte, el boom de las exportaciones de vino chileno en Europa, el cambio que generó en las bodegas y en el campo chileno y una empresa montada por inmigrantes riojanos como protagonista.

Por otra parte, la trama alude a las situaciones que experimentaron los campesinos antes, durante y después del proceso de reforma agraria en Chile entre 1962 y 1973.

Bajo estos dos hilos conductores, se desarrollan cuatro historias que se entrelazan, todas ambientadas en el mundo del vino, ha detallado Allard, quien ha incluido en su primera novela varios capítulos ambientados en La Rioja y algunos personajes retratan a riojanos que conoció durante los años que vivió aquí.

Tampoco están ausentes las tapas de la logroñesa calle Laurel, la plaza de Fuenmayor y las que denomina "auténticas joyas riojanas", como sus "excepcionales" vinos, las patatas a la riojana, las chuletillas al sarmiento, el chorizo de Cameros y los pimientos del piquillo.

Sus vínculos con La Rioja datan de 1975, cuando comenzó a comercializar internacionalmente los vinos de Bodegas Montecillo y a visitar regularmente esta región española.

Entre 1984 y 1992 fue director de Vinos de España en Estados Unidos, con sede en Nueva York, por lo que promocionó todos los vinos de Rioja y de otras zonas vinícolas españolas; y en 1992 se incorporó como director internacional de Bodegas AGE, en la localidad riojana de Fuenmayor, donde trabajó hasta 1996.

"De ahí mi vinculación tan fuerte con La Rioja, su gente, el vino y España", según Allard, que tiene la nacionalidad chilena y española y para quien la publicación de Uvas de esperanza es "la materialización de un anhelo largamente acariciado" porque siempre tuvo la intención de publicar cuatro libros y, en la actualidad, ya trabaja en su segunda novela, sobre ludopatía, aunque también con un contenido vinícola.

"A pesar de mi origen latinoamericano, renuncié al realismo mágico porque me impedía entrar de lleno en un proceso histórico y esta novela trata sobre el vino porque es la actividad profesional que he desarrollado durante toda mi vida, viviendo en España, en Estados Unidos y en Chile", ha subrayado.

Para él, es "natural" que el vino y el mundo de las viñas hayan sido el tema central de su primera novela y ha asegurado que "el vino es un producto noble, con historia, abolengo y tradición, que también ha mejorado con las nuevas tecnologías y siempre va acompañado por los sabores de la gastronomía".

Los años 90 del siglo XX, conocida como "la década de oro del vino chileno", es el escenario donde se desarrolla Uvas de esperanza, que está ambientada en Curicó (Chile), La Rioja (España), Londres (Reino Unido), Biarritz (Francia), Dusseldorf (Alemania) y Copenhague (Dinamarca).

La experiencia de casi cuarenta años en la comercialización internacional del vino del autor, que le ha permitido viajar profesionalmente por más de 80 países en los cinco continentes, queda reflejada en la novela, dividida en "anillos".

Uvas de esperanza, que publicó en 2013, comienza con la partición de la chilena Viña Bezares, fundada por un inmigrante de La Rioja y que se divide entre la viuda del hermano mayor y los otros hermanos Bezares Sainz.

La viuda, Valvanera García Vinuesa, nacida en la pequeña localidad riojana de Albelda de Iregua y casada con Jaime, veinte años mayor que ella, se queda con lo más valioso de la empresa, como son la bodega, las marcas y los clientes; mientras que los tres hermanos conservan los viñedos y los frutales de la sociedad fundada por su padre, lo que da lugar a diversos acontecimientos.

La reestructuración de Viña Santa Victoria, una de las bodegas chilena más fuertes en el mercado nacional chileno, ve la oportunidad de convertirse en la viña líder del país ante la división de Viña Bezares.

Otra trama de la novela se centra en el nacimiento de una bodega boutique de la mano de un ingeniero naval y exoficial de la Armada de Chile Hermann Böhmer, quien comienza una relación con la hermana mayor de Viña Bezares, María del Valle Bezares.

Los pequeños agricultores de la Reforma Agraria y el comercio justo también aparecen en la obra a través de una fundación belga comprometida con la Cooperativa La Esperanza Campesina desde sus primeros tiempos.

Uvas de esperanza acoge "el monodiálogo, en que participan dos personas, pero una sola habla y tiene un alto contenido de informalidad", ha precisado Allard.

Ha asegurado que escribe con vocación literaria desde que tenía ocho o diez años y es un gran lector desde pequeño, pero lee con "una regla y un bolígrafo en la mano", dado que subraya cada idea o frase que le gusta o que le permite desarrollar nuevas ideas.

Fuente: www.larioja.com

Acerca del autor:
Ana Lumbreras
Larioja.com

Acerca del libro:
Uvas de esperanza
Sergio Allard