El 1 de abril de 1956 un grupo de universitarios –“nosotros, hijos de los vencedores y de los vencidos”– hacía un llamamiento a la oposición al franquismo. Entre ellos estaba Javier Pradera, hijo y nieto de fusilados. Ese llamamiento se puede considerar uno de los precedentes de la Transición española, un proceso abierto hacia la democracia, no un acontecimiento puntual. Identificar los problemas de hoy con el marco de esa Transición es un síntoma de pereza intelectual que una corriente revisionista ha puesto en circulación, sin tener en cuenta lo que de verdad ocurrió esos años.
“La Transición española (TE) tiene elementos útiles para quienes viven un cambio de régimen desde sociedades cerradas a sociedades abiertas. Como escribe Javier Pradera en uno de los textos que nos convoca, uno de esos elementos es la transformación de la cultura política ‘desde el enfrentamiento violento hacia el diálogo tolerante, la voluntad de acuerdo, la negativa a transformar al adversario en enemigo […], el estudio de la historia para no repetir los errores y la orientación hacia el futuro’.”
Joaquín Estefanía (Fragmento de la Introducción)
Colección: Centzontle
Formato: 11 x 17 cm., 164 pp.
Primera edición: 2014
Última edición: 2014